Tercera parte de esta ya interminable tragicomedia, a cual peor que la anterior…
Nuestro querido Ferrán sigue aferrándose –nunca mejor dicho– a la truculenta y peligrosa idea de que va por el buen camino, tal y como ha aprendido de sus «mentores» Llados y Matías Cardozo. Logra superarse a cada semana que pasa y su vida se le complica cada vez un poquito más.
No sabemos qué será del futuro de este pobre muchacho, pero sí tenemos muy claro que se presenta muy oscuro y con negros nubarrones aproximándose. Como se dice por el norte; «se masca la tragedia«.